Se trata de una iglesia de estilo románico, construida en el mismo lugar en el que se encuentran los restos del santo, obispo de Toulouse, que murió como consecuencia de ser atado y arrastrado por un toro, castigo impuesto por los romanos, y que fue martirizado en el año 250.
Se empezó a construir a finales del siglo XII como basílica, antes existía como capilla, pero se quedaba pequeña para el gran numero de peregrinos que llegaban a sus puertas queriendo ver las reliquias del santo.
La basílica tiene una enorme importancia como ejemplo consumado de la arquitectura de peregrinación, y forma parte de los bienes inscritos en el Camino de Santiago en Francia.
La arquitectura y la historia de la basílica de San Sernín es de una iglesia típica de peregrinación con planta en cruz latina y elevado cimborrio sobre tracepto.
Ha sido modificada en numerosas ocasiones, y en el año 1878 fue consagrada como basílica.
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